Último día hoy… Como siempre, nos despartamos a las 7 y media, comimos y fuimos hasta el lugar de encuentro, donde dijimos adiós a nuestra Mama de acogida… Después de la llegada de todos los alumnos, nos fuimos, en autobús, hasta el Escorial, que es el palacio de Felipe II. Fue construido durante el siglo XVI. Se compone de un palacio, un monasterio, una biblioteca, un colegio, un convento, un panteón y una basílica. Se pueden encontrar a muchos antiguos reyes de España en su panteón, todo de mármol hecho. Es un lugar donde me pareció que el tiempo era fijado por su tranquilidad y su tamaño… Me encantó este sitio.

  Después de esta visita, tomamos de nuevo el autobús para irnos a un área de descanso para nuestro desayuno. Comimos, bajo un sol muy agradable, sobre el césped, y cerca del Valle de los Caídos. Subimos pues para visitar este monumento, cuya construcción fue pedida por el general Franco en homenaje a los muertos de la guerra civil. Fue construido entre 1940 y 1958 bajo la Sierra de Guadarrama, y se compone de una gran cruz de 150 metros de altura y de una basílica monumental, cuya longitud es de 262 metros, donde podemos encontrar la tumba de Franco, y, delante, una gran explanada. Entonces, puede provocar debates, porque Franco, que era un dictador, hizo construir un monumento por los españoles sin sepultura que mató… Sentí, aquí también, un sentimiento de serenidad y de pausa en el tiempo, con un paisaje simplemente esplendido…

            Bajamos pues y cogimos por última vez el autobús para ir al aeropuerto, pasando por la gran Vía y la biblioteca nacional. Llegamos, nos presentamos al mostrador de registro y a la aduana, y tomamos el avión… A pesar de la hora tardía, los alumnos contaron bromas y hablaron mucho, mientras estaba casi durmiendo sobre el hombro de Théo, después de haber mirado por última vez los millares de pequeños puntos luminosos de la ciudad de Madrid de noche…

Nuestra Mama de acogida vino para despertarnos a las siete y media. No tuve el ánimo de hacer la cama tan bien como la víspera... verifiqué que Ilyana estuviera bien despertada, después, nos vestimos, peinamos y fuimos a comer. Después de haber lavado los dientes, salimos, siempre con el perro, nuestra Mama, su hija e Ilyana, a las ocho y diez más o menos. Llegamos a la estación de subte, y cuando todo el mundo hubo llegado, nos fuimos en dirección de San Antonio de la Florida. Esta iglesia fue construida durante el siglo XVIII en homenaje  a Fernando Martins de Bulhões, un sacerdote portugués. Fue construida la ermita en un estilo neoclásico, y su cúpula fue pintada por Goya, cuyos restos mortales fueron importados en San Antonio de la Florida.  

Después de la visita, fuimos hasta la Gran Vía, y, más preciso, la Plaza de España. Es una plaza turística muy importante, que es conocida sobre todo por sus rascacielos, como el Edificio de España y la Torre de Madrid, que fueron construidos en los años 1950 bajo la dictadura de Franco, o el monumento en homenaje a Miguel de Cervantes Saavedra más abajo.

 Paseamos un poco, comimos y fuimos al museo de la Reina Sofía. Es un museo de arte moderno y contemporáneo inaugurado en 1992. Desde 1980, obras empezaron para construir un museo. Desde 1986, el centro presente exhibiciones temporales. En 2002, el famoso arquitecto francés Jean Nouvel tiene por proyecto de extender la superficie del centro. El nuevo edificio fue inaugurado en 2005; gana el museo el 60 por ciento de su superficie inicial. Cuenta cerca de 162 000 obras, que sean pinturas, esculturas, grabados, fotografías… u obras más raras...

  La visita terminada, volvimos a la Gran vía, pasando por la estación de Atocha. Paseamos, Théo y yo, por la Gran Vía, buscando Turrón… Fue otro momento memorable, ya que buscamos durante mucho tiempo, y llegamos al lugar de encuentro en retraso…

Volvimos finalmente al punto de encuentro, donde me fue, con Ilyana, con mi Mama, su hija y el perro. Como siempre, tomamos la ducha, comimos, hicimos las maletas y nos acostamos, después de haber hablado un poco.

Después de una buena noche de sueño, nuestra Mama nos despertó a las siete y media, después de que hice la cama. Nos preparamos, desayunamos y nos fuimos al lugar de encuentro, con la hija de nuestra Mama y el perro. Llegamos cerca de las ocho y media. Ya había algunos alumnos que estaban contando su primera noche en la familia. Después de la llegada de todo el mundo, nos fuimos para descubrir los barrios los más famosos de Madrid. Caminamos pues mucho tiempo, tiempo durante el cual pudimos ver varios monumentos.

            Vimos una estatua construida para el rey Fernando VII...

...Una pequeña iglesia cerca de la que nos paramos para buscar algo típico en Madrid: las engañifas. 

 Es la vista de una calle cerca de la que hay una escuela. Esos colores calientes me hicieron forzosamente pensar en Túnez…

Llegamos después a la Plaza Real, una de las plazas las más famosas en Madrid.  Fue construida en 1690 por Juan Gómez de Mora y reemplace la Plaza Mayor del siglo XVI. Podemos ver una estatua de Felipe III. Era una plaza muy activa, que sea para procesos, fiestas o corridas.

Desayunamos, y fuimos al Palacio Real. Creo que fue lo que preferí durante el viaje… Hay que imaginar un lugar donde todas las antiguas épocas se cruzan, con colores y salas que cambian totalmente de una a otra. Este palacio tuvo una historia muy cargada. En efecto, fue construido durante el siglo XVI el Alcázar real, pero fue quemado durante un incendio. El palacio actual, donde vive el rey de España, fue construido entre 1738 y 1755, en un estilo barroco y clásico. En algunas cifras, el palacio ocupa una superficie de 135 000 metros cuadrados, cuenta más de 2 800 salas con 30 salones y 44 escaleras. Fue construida la fachada en granito, piedra blanca de Colmenar y mármol. Se ven en su coro porcelanas, cerámicas y tapices muy colorados. Vimos también una colección de instrumentos Stradivarius y la sala de las armas. Me encantó simplemente.

Después de esta visita, tuvimos un tiempo libre durante el cual llevé a Théo en tiendas de ropa… ¡Fue un momento cómico y memorable! Caminamos, mientras él estaba comiendo helado. Luego, volvimos al lugar de encuentro, donde dije adiós a todos los alumnos antes de irme con Ilyana, nuestra Mama, su hija y el perro, como esta mañana. Tomamos la ducha, comimos y leí un poco antes de acostarme. Hablamos, como la víspera, y dormimos. 

Tuvimos que ir delante del instituto Delacroix a las cuatro menos cuarto de la mañana para coger el autobús hasta el aeropuerto Charles de Gaulle. Teniendo en cuenta el horario dado, pensaba que el trayecto hasta el aeropuerto iba a ser tranquilo y silencioso… Fue todo lo contrario: ya cantaban algunos alumnos al fundo del autobús, lo que me hizo sonreír, mientras estaba leyendo una novela que me regalaron mis padres por mi cumpleaños. Llegamos finalmente al aeropuerto, donde nos presentamos al mostrador de registro y a la aduana. Después, tuvimos un tiempo libre durante el cual acompañé a Théo en una tienda para que compre algo que comer por su desayuno. Después de eso, embarcamos a las siete menos cuarto. En el avión, estuve entre Théo y Mariam, que, quizás para tranquilizarse, estaba repasando sus notas concerniendo el monumento que tenía que presentar en Madrid. Llegamos a las nueve y recuperamos nuestras maletas para ponerlas en la consigna: fue como si resolviéramos una enigma que había visto en un juego y en la que había que organizar cosas en un espacio bastante reducido… ¡Cómico! Cogimos el subte para ir al famoso Parque del Retiro. Estuve forzosamente muy estresada, porque fue la primera que hizo una presentación de monumento, y, pues, fue la del Retiro. Este parque fue al principio un conjunto de tierras regaladas al rey Felipe IV (1621~1655) por su favorito: es un lugar muy amplio y muy agradable por su frescura. Se encuentran un estanque, una rosaleda, dos estatuas y dos palacios, cuyo el Palacio de Cristal, que visitamos también. Es un edificio de vidrio con armadura metálica construido sobre un modelo de cruz griega durante el siglo XIX. Fue construido para acoger una exhibición sobre la fauna y la flor de las islas Filipinas. Velazquéz, su arquitecto, tuvo como modelo el “Crystal Palace” de Londres. 

Después de esta visita, paseamos por la Plaza de Cibeles, donde pudimos ver una fuente representando a la diosa Cibeles (diosa de la natura salvaje) y cuyo arquitecto es Ventura Rodriguéz. Esta plaza se llamó Plaza de Madrid hasta 1900 y fue edificada entre 1777 y 1882. Luego, fuimos al Paseo del Prado para desayunar. Comí pues con Théo, fuimos al Starbucks para beber un zumo de naranjas exprimidas… ¡Delicioso! Fuimos después al museo del Prado. Con un guía, vimos pinturas del Greco, Velázquez y Goya, que son pintores muy famosos.

  El Greco es un pintor de los siglos XVI- XVII que pertenece al movimiento del manierismo y que se inspiró de Miguel Ángel y Rafael.  

Velázquez, pintor del siglo XVI, es uno de los más famosos representantes del movimiento barroco y fue el pintor del rey Felipe IV. 

 Goya es un pintor del periodo romántico, y pues, del siglo XVIII. Conoce un periodo “negro” que corresponde con el momento de su vida durante el cual se volvió loco. 

 Visitamos después el museo solos. Fue a ver las pinturas de la Edad Media y las esculturas griegas. Al final del día, cogimos de nuevo el subte para ir a nuestro lugar de encuentro. Mi Mama de acogida vino con su hijo y su perro para llevarnos a su casa, Ilyana y yo. Un poco cansada, olvidé que estábamos en España y me asombré de no comer a las ocho de la noche… Tomamos la ducha Ilyana y yo, comimos con nuestra Mama y su hija, y nos acostamos, después de haber un poco hablado.

 Durante cuatro días de la semana del 15 al 21 de Diciembre de 2014, tuve la oportunidad de hacer un viaje simplemente fantástico en Madrid, con mis compañeros de 1ère Bachibac, pero también con la clase de los Terminales Euro. Al principio, tengo que decir que era un poco turbia al saber que iba a viajar con alumnos mayores… Pero cuando hablamos por primera vez por la mañana del primer día en el subte, mi opinión cambió totalmente, y fue muy contenta porque se rompió la barrera que había puesto entre los Terminales y yo. Las visitas fueron interesantes, instructivas, sin ser demasiado escolares, y el ambiente general del viaje era muy agradable. Quiero pues agradecer a usted quién está leyendo este diario, pero también a los dos otros profesores que nos han acompañado durante el viaje, la Señora Marin y el Señor Perez. Gracias a todos.